Crónica de una convocatoria por la Paz.
* Por Octavio Pertot (activista en SOS Refugiados Ibiza)
El 12 de diciembre fue el día señalado por un pequeño grupo de personas corrientes para salir a la calle y tomar nuestras plazas al grito de #NoEstamosCiegos; #NoALaGuerraSiria; No a todas y cada una de las guerras; No a los intereses ocultos de las grandes potencias para perpetuarlas; SÍ A LA PAZ.
La idea del #12D surgió de una ciudadana independiente de Barcelona y dos de Madrid. 3 jóvenes sin afiliación política alguna, simples activistas y voluntarias volcadas en la defensa de los vulnerados derechos de los que lo han perdido todo. Rápidamente se fueron sumando más personas de otras ciudades, la mayoría con experiencia en campos de refugiados o en grupos locales de acción social y humanitaria. En pocas semanas se había tejido una red que abarcaba más de treinta ciudades de norte a sur y de este a oeste de la península, incluyendo también islas de los dos archipiélagos.
A nosotros nos escribió una compañera de Menorca para proponernos entrar en el grupo estatal de organizadores de la convocatoria y aceptamos encantados aun sabiendo que el equipo de SOS Refugiados Ibiza se encuentra bastante mermado en estos meses de invierno y que, a los pocos que permanecemos en la isla, nos sería muy difícil encontrar el tiempo y la energía necesaria para una acción de estas características. Finalmente surgieron los apoyos morales que necesitábamos, personales e institucionales, y a una semana de la cita decidimos poner a Ibiza en el mapa del movimiento pacifista 12D.
Carteles, notas de prensa y entrevistas, eventos y redes sociales, listado de adhesiones, voluntariado y artistas, guión del acto y necesidades logísticas, entre otras tareas, nos dieron una semanita bastante ajetreada en lo que concernía a nuestra modesta convocatoria ibicenca. Y además, al mismo tiempo participamos en la coordinación entre todas las ciudades para unificar criterios y dar una buena sensación de cohesión y coherencia. Lo más duro quizás fue llegar a consensuar el manifiesto, sobre todo ante la divergencia de opiniones sobre las causas de la guerra en Siria y la correlación de responsabilidades entre los distintos actores en lo que ya se define como la peor catástrofe humanitaria desde la Segunda Guerra Mundial.
Finalmente el manifiesto salió adelante tras ser modificado y actualizado cerca de 20 veces hasta llegar a la versión definitiva que leímos en simultáneo en 34 ciudades españolas. Sin embargo, continuó el debate sobre las causas de la guerra y los culpables por los crímenes sobre la población civil, esta vez en las redes sociales y en algunos medios. Diversas voces hacían y siguen haciendo una firme defensa del accionar del ejército sirio de al-Assad apoyado por la potencia militar rusa de Putin. Algunos lo hicieron siempre con argumentos, generando intercambios de posiciones desde el respeto, mientras que otros se dedicaron a insultar y atacar personalmente a los convocantes, suponemos que en un intento de desanimarnos o asustarnos y de boicotear la jornada de movilizaciones por la paz.
Aquí voy a dar una opinión absolutamente personal, ya que no hay consenso ni en nuestro grupo ibicenco ni en el estatal surgido del 12D: mi conclusión es que estamos tremendamente contaminados con propaganda e informaciones manipuladas tanto por parte de EEUU y sus aliados (aquí estamos nosotros y nuestros queridos medios de comunicación “libres e independientes”) como del lado de Rusia y los suyos (con elementos de la izquierda local más ortodoxa defendiendo el fascismo de Putin mientras se abanderan con los estandartes comunistas). Y es que no creo que haya una sola verdad en un conflicto tan profundamente complejo como el de Siria, donde existen múltiples bandos internos de diversas etnias, culturas y religiones, a la vez que múltiples injerencias externas donde las potencias mundiales, dictaduras de medio oriente y supuestas democracias de occidente, juegan a la guerra sin preocuparse ninguno por los daños colaterales: millones y millones de vidas humanas.
Personalmente he intentado alejarme de las noticias empaquetadas de los massmedia y buscar en los de contra-información y a través de los testimonios de ciudadanos de Alepo y de activistas trabajando sobre el terreno o en contacto directo con organizaciones de allí. También he tenido en cuenta la opinión de diversos referentes intelectuales. Lo que me estoy encontrando de nuevo, como ya me había pasado tiempo atrás al comenzar a actuar en la causa de los refugiados, es una amplia diversidad de informaciones, cruces de acusaciones y, básicamente, dos “verdades absolutas” antagónicas:
1) El gobierno sirio es, con diferencia, el mayor responsable de víctimas civiles en Alepo, con lo cual Rusia miente en su discurso al apoyar militarmente al genocida al-Assad. Estos están aniquilando a los rebeldes, a sus familias y a cualquier persona que ose permanecer en las zonas rojas de sus ataques, siendo del todo condenables los ataques a escuelas y hospitales. La comunidad internacional representada por la ONU, los gobiernos occidentales y sus medios de comunicación, la mayoría de las ONGs y plataformas pacifistas y pro derechos humanos españolas y europeas y la práctica totalidad de personas corrientes con las que he hablado, todos ellos, están de acuerdo en esta posición, aunque obviamente con importantes matices. Personalmente también me encuentro más cerca de esta posición pero con importantes dudas y contradicciones.
2) El gobierno sirio, que es el legítimo defensor de la autodeterminación siria, no hace más que defender a su patria y a su pueblo de los terroristas yihadistas y de la agresión extranjera encarnada en EEUU y la OTAN. Según esta posición, todo lo que vemos en las noticias sobre Alepo es un montaje de las élites occidentales que necesitan culpabilizar a Rusia, y los testimonios desesperados de ciudadanos que todos hemos visto estos días en las RRSS son también manipulaciones por parte de miembros de los grupos terroristas acorralados por el ejercito liberador de al-Assad y su justiciero aliado Putin. Los defensores de esta última teoría, algunos pensadores y activistas de largo recorrido, nos acusan, a quienes nos hemos movilizado espontáneamente por la paz el pasado 12 de diciembre, de actuar según los intereses de los poderes occidentales. Según ellos, por desinformación e ingenuidad, hemos sido funcionales a la agenda del sionismo internacional y de su brazo armado yanqui.
Insistiendo en que esto es solo una opinión mía, y que no representa ni a SOS Refugiados Ibiza ni al grupo estatal surgido del 12D, estoy cada vez más convencido de que “la verdad es la primera víctima de la guerra” y de que, en ésta, más que buscar héroes y villanos, lo que hay que observar es una obsesión enfermiza por el poder por parte de todos los actores implicados, un nivel de inhumanidad difícil de imaginar para quien no lo experimente en carne propia y, sobre todo, una devaluación absoluta de los derechos civiles y una condena cruel sobre el presente y el futuro de los más jóvenes de la región. No me creo la propaganda del gobierno de al-Assad expandida por la influencia internacional de Rusia, pero tampoco (y aquí me van a caer las críticas) me puedo tragar el reality show de nuestros medios de manipulación masiva que no dan puntada sin hilo y que, en el tema de las guerras y de los refugiados, siempre han querido mostrar un carácter humanitario mientras sus intereses ocultos iban en la dirección contraria. Sí les creo a los activistas sirios, a los no violentos, a esos que en 2011 organizaron las protestas pacificas que exigían más libertad y menos corrupción y que han sido aplastados sin misericordia como nunca antes se había visto en la historia del activismo social.
Lo que sí puedo afirmar en nombre de SOS Refugiados Ibiza es que no vamos a justificar nunca ninguna acción armada por muy legítima que pueda parecer su causa. Porque “no hay un camino hacia la paz, la paz es el camino”. Y porque, por muy deficientes que resulten nuestros modelos de democracia, solo a través del diálogo, la diplomacia, la acción social y la no violencia se deben resolver los conflictos políticos y se pueden construir sociedades más sanas donde prime la libertad y la justicia social para todos sus miembros. Por eso no dudamos en sumarnos a esta convocatoria contra la guerra en Siria y en cualquier lugar, y por eso seguiremos actuando para consolidar la coordinadora ciudadana surgida del 12D y sumarla al minoritario pero intenso movimiento por la paz y los derechos humanos que existe en nuestro país y en el mundo entero.
Finalmente llegó el lunes 12 de diciembre y se realizaron más de 30 concentraciones por la paz en el marco de la convocatoria del 12-D. En Ibiza, como ya hemos relatado, realizamos un acto sencillo pero sentido que sirvió para llegar a conmover a los cerca de 150 asistentes y a tantos otros que nos siguieron por los medios y las redes. Además, conseguimos la adhesión al manifiesto y al acto de 30 relevantes entidades ibicencas y baleares. Pero el asedio sobre Alepo continuó, y también la contaminación informativa sobre lo que allí realmente está sucediendo. Ahora una nueva ola de atentados y la triste sensación de que la violencia, en Oriente Medio y en buena parte del planeta, se ha escapado del control de todos los grupos de poder implicados. También el convencimiento de que solamente logrando una masa crítica suficiente que abogue por la paz podremos llegar a reconducir esta tendencia tan marcada hacia una pronta y agónica autodestrucción. Los gobiernos están en otra frecuencia y sus conflictos de intereses los anulan para ser la solución, ya que normalmente son parte importante del problema. Las únicas que podemos revertir este desastre somos las personas de a pie de una ciudadanía fuerte, informada, comprometida y en acción. Parece imposible, pero no debería serlo y no nos queda más que intentarlo. Para ello, cada uno debe experimentar, en su corazón y en su conciencia, la auténtica re-evolución que puede salvar al mundo.
#NoEstamosCiegos